Vino el cisne negro desde oriente

Después de mucho tiempo me decido a escribir algo, hay que aprovechar el confinamiento para reflexionar un poco.  Y como éste es un blog personal humilde, voy a escribir algo.



El planeta parece que tiene oídos y ojos, se ha dado cuenta de todas las desgracias tan recientes (no nos olvidemos de los incendios de Australia, la muerte del Amazonas, el mar de plásticos)  y súbitamente.
Se ha parado por completo.



Sin avisarnos, de rrepente y casual o causalmente, nunca lo sabremos,  ha venido, volando desde oriente el tan temido Cisne Negro, todo el mundo estaba acojonado con un gran "catacrack" económico, que se supone iba a venir por las guerras entre China y EEUU, la devaluación de las monedas, el bréxit, la corrupción, las  mala gestión de las pensiones, las guerra del petróleo, en fin.  Todo indicaba que despues del verano de 2019 iba a venir un patatazo mundial, pero empezó 2020 con unas previsiones muy buenas y en un chasquido.

Vino el enemigo invisible, atacando desde China, desde una megaciudad de 11 millones de habitantes,  no vino desde una región deprimida ni devastada, ni poco poblada, curioso ¿no?

Vino en forma de virus desconocido, silencioso, invisible, entrando desde ojos, boca y manos.
Los asiáticos que son tan profilácticos, nos han dado una pequeña lección de como mantener la barrera desde el principio utilizando guantes y tapabocas,  según dicen, han obtenido una pequeña victoria, el resto del mundo tenemos mucho de que aprender, ¿o no?  tampoco sabemos si es la realidad o es pura propaganda.

Medio mundo está confinado, las actividades industriales paralizadas, fronteras cerradas, economía de guerra, ejércitos movilizados sin armas, aviones que traen cantidades ingentes de respiradores, mascarillas, guantes, geles desinfectantes,  ni los más viejos recuerdan algo así desde la II Guerra Mundial.

Ahora la guerra sin cuartel está en los hospitales, las batas azules pelean sin cuartel contra el enemigo invisible.

Hay tiempo para la esperanza, la solidaridad, es una pelea de todos. Cada uno desde su lugar.  Es un momento para reflexionar y darnos cuenta de que cada uno a su manera podemos aportar mucho con unas simples medidas, confinamiento, lavado de manos, mascarillas y distancia social.  Si no tenemos mascarillas, cada uno podemos hacernos a mano nuestras protecciones, hay video-tutoriales de cómo hacerlas en casa.

Todos vamos a pelear para ganarle.
Quedate en casa!
Stay at home!


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